La Gilda

En los años 40, Gilda era una mujer encantadora y elegante, conocida en la ciudad por su pasión por la gastronomía local. Su tapa favorita, una combinación perfecta de anchoas, aceitunas y guindillas, se convirtió en un éxito entre los pescadores y marineros del puerto. Un día, un marinero, cautivado por su presencia y por la receta, le sugirió llamarla "La Gilda", en honor a su chispa y carisma.

La tapa se popularizó rápidamente, y con el tiempo, el restaurante de nuestro hotel decidió rendir homenaje a la historia de Gilda, adoptando su nombre. Hoy, "La Gilda" es más que un restaurante: es un lugar donde los comensales disfrutan de la misma tapa que hizo famosa a la mujer que, con su pasión por lo auténtico, dejó un legado en la cocina local. El restaurante, decorado con recuerdos de la época, invita a vivir una experiencia que celebra el buen gusto y la tradición.